Reconocimiento a la AIRD por la Organización Mundial de Aduanas:
República Dominicana cuenta con instituciones estatales fuertes y modernas, pero hay algunas que nos llenan de orgullo como país y que definitivamente brindan la plataforma al sector privado para poder competir arduamente local e internacionalmente: Esa es nuestra Dirección General de Aduanas.
La fortaleza de la DGA se debe no solo a que cuenta con las directrices, al apoyo y la asesoría de la Organización Mundial de Aduanas o a que se encuentra a la vanguardia en materia de facilitación de comercio, tecnología y digitalización, sino gracias a su mayor valor: su permanente interlocución y capacidad de respuesta a sus clientes en el sector privado.
Los avances obtenidos en la implementación de la VUCE, el despacho 24 horas y las soluciones inmediatas a todas y cada una de las situaciones que diariamente se presentan en las importaciones y exportaciones son sin duda alguna el mejor reconocimiento que estamos recibiendo desde esta gestión de la Dirección General de Aduanas.
La DGA y las organizaciones del sector privado seguiremos siempre juntos aunando esfuerzos, siendo siempre aliados por la competitividad, dando pasos firmes, en propósitos claros, hacia procesos más expeditos de tecnología avanzada, que permiten que sigamos avanzando, atrayendo inversiones, generando más empleos y más exportaciones.
La AIRD de modo particular no solo es una aliada que apoya los avances de la DGA, sino que es un interlocutor que continuamente presenta propuestas para estos avances, que se esfuerza en el cumplimiento de las normativas, que fortalece los canales puestos por la institución a disposición de los sectores productivos.
Gracias a la DGA por este reconocimiento que recibo en nombre del sector privado y que indican que la cooperación seguirá siendo la pauta que marcará nuestras relaciones. Somos -la DGA y el sector privado- un ejemplo de que la relación regulador-regulado puede ser de mutuo beneficio y de baja conflictividad.
Gracias, muchas gracias.
Palabras de Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD